miércoles, 9 de marzo de 2011

EFECTO PYGMALIÓN.

     La mayoría de los docentes tienen alguna noción sobre el "efecto Pigmalión", el efecto por el que cuanto mayor sea la expectativa depositada sobre una persona, a menudo niño o estudiante, mejor rendimiento obtendrá este.
     En 1964, Robert Roshental y Lenore Jacobson realizaron un experimento en una escuela que produjo lo que ellos denominaron "Efecto Pygmalión", en referencia a Pygmalión, que según la mitología griega, tomó un bloque de piedra y comenzó a esculpir la estatua de una mujer, poco a poco se fue enamorando de ella, por lo que pidió a los dioses que le infundieran vida. Lo solicitó con tanta pasión que le fue concebido, haciendo real su ideal.

     Principales conclusiones que se han verificado del "efecto Pygmailión" en el aula:
1.- Las expectativas positivas y realistas del educador influyen positivamente en el alumno ("pygmalión positivo"), las negativas lo hacen negativamente ("pygmalión negativo").
2.- Los alumnos tienden a realizar lo que sus educadores esperan de ellos.
3.- Las expectativas positivas no hacen sino potenciar lo que ya está de modo latente en el alumno, creando en el aula un ambiente más proclive al crecimiento y aprovechamiento de este. El profesor con sus palabras, el modo de decírselas y el momento de decirlas, con la expresión de su cara, comunica al alumno el concepto positivo que su persona le merece, despertando así en el una mayor confianza y autoestima, que le alienta y le motiva a rendir más y mejor.
4.- El educador que posee una alta autoestima con frecuencia es el más efectivo a la hora de inspirar una autoestima más elevada en sus alumnos.

     Consejos útiles para el educador:
- Lo primero sería fortalecer nuestra propia autoestima como persona y como docente.
- Saber que la modificación de la autoestima del alumno es un proceso posible, gradual y lento, por lo que se requiere una gran paciencia.
- El educador debe tomar conciencia con cierta frecuencia de su actitud hacia todos y cada uno de sus alumnos.

     Es recomendado, según las normas de reconocidos psicopedagogos como Purkey y Coopersmith, que las aulas tengan un ambiente caracterizado por los siguientes factores:
- RETO: que propongan metas altas pero alcanzables, para que el alumno pueda descubrir su capacidad de rendimiento.
- LIBERTAD de equivocarse: para que el alumno aprenda a tomar decisiones propias, sin temer a equivocarse o a sentirse rechazadoo humillado.
- RESPETO pleno al alumno, porque si se le trata así su autorrespeto aumentará y aprenderá a respetar a los demás.
- CORDIALIDAD
- DISCIPLINA: porque se ha demostrado que los jóvenes educados en un entorno excesivamente permisivo suelen tener menos autoestima que los formados en un entorno razonablemente estructurado, firme, exigente y a la vez cordial.

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